Granitos por acné, milia o sudamina en bebés
Si has detectado la aparición de granitos en la cara de tu bebé, no te preocupes, por lo general no entrañan ningún riesgo para él. Habrás escuchado hablar del acné del lactante, milia, acné neonatal y sudamina en el bebé. Estos pueden tener diferentes causas, te damos unas pautas para que aprendas.
07-04-2020
En este artículo vamos a tratar...
La piel de los bebés es suave, fina, aterciopelada… Pero también es muy delicada, por eso hay que dedicarle un cuidado especial. Algunos padres se alarman cuando ven aparecer granitos en la cara de su bebé, pero, en principio, no hay de qué preocuparse. Has de tener en cuenta que el niño se encuentra en una etapa de su vida en la que la piel es más sensible que nunca y, por lo tanto, más propensa a desarrollar este tipo de reacciones.
Por lo general estas pequeñas imperfecciones son benignas y desaparecen en poco tiempo sin necesidad de tratamientos; en otros casos, sí que hay que tomar medidas.
¿Qué son esos granitos en la cara de mi bebé?
Puede haber diversas causas que den origen a estos granitos. Te explicamos en detalle las más comunes.
Granitos por acné neonatal en bebés
Algunos bebés lo desarrollan en las dos o tres primeras semanas de vida. Podrás identificarlos como unos pequeños granitos rojos que aparecen generalmente en las mejillas, aunque en algunos casos pueden salir también en otras zonas de la cara, como la nariz o la frente. Surgen como una reacción natural ante los cambios hormonales asociados a la mamá y al bebé durante los días cercanos al parto.
Estos granitos no suponen ningún peligro para tu bebé: no provocan dolor ni picor, y lo normal es que desaparezcan de manera espontánea, sin necesidad de tratamiento, cuando los niveles hormonales del niño se regulan.
No frotes o aprietes las erupciones, ya que podrías causarle heridas. Lo mejor que puedes hacer es lavarle bien la carita con agua tibia y jabón para bebés, y no utilizar cremas hidratantes que resulten excesivamente grasas.
El acné del lactante
Puede aparecer a partir del segundo o tercer mes de vida, y prolongarse hasta los 18 meses. Los granitos de la cara del bebé lactante son distintos a los del recién nacido. Tienen un aspecto similar al acné que todos conocemos, pueden tener cabeza blanca y aparecer puntos negros. Suelen tener un detonante genético. Como el neonatal, el acné del lactante tiende a desaparecer sin necesidad de tratamiento, aunque puede ser algo más molesto y persistente. En tal caso, acude a tu pediatra, quien podría recetar una crema para los granitos del bebé y aconsejarte sobre cómo cuidar la piel de tu bebé.
Milia en bebés
Son muy comunes y aparecen en las primeras semanas del bebé. Se trata de poros obstruidos por pequeños cúmulos de grasa. Podrás identificarlos como granitos blancos o amarillentos que se localizan generalmente en la nariz, las mejillas y la barbilla. No requieren ningún tipo de tratamiento, ya que desaparecerán solos en los primeros meses.
Sudamina en bebés
Se manifiestan como pequeños granitos de color rojizo y contenido acuoso. Suelen localizarse en las zonas donde los niños sudan más, como la frente, el cuello, las axilas o la espalda, aunque pueden salir en cualquier parte del cuerpo. La sudamina en el bebé aparece cuando las glándulas sudoríparas, aún inmaduras, no pueden expulsar el sudor y lo retienen bajo la piel. Suelen estar causadas por las altas temperaturas: demasiada ropa de abrigo, días de verano, etc.
Para combatir la sudamina en bebés no es necesario ningún tratamiento, solo facilitar la transpiración del niño y evitar los entornos muy calurosos.
Consejos para prevenir los granitos en la cara del bebé
Sigue estas recomendaciones para evitar la aparición de estos granitos:
● Mantén siempre su piel limpia e hidratada.
● Utiliza jabones especiales para bebé.
● Evita las cremas grasas.
● Comprueba que siempre está a una buena temperatura.
● Utiliza ropa de tejidos naturales para tu bebé, transpiran mejor y hay menos riesgo de reacción cutánea.
No te alarmes si comienzan a salir granitos en la cara de tu bebé. Como ves, son frecuentes a estas edades. No obstante, siempre debes consultar con tu pediatra para que estudie vuestro caso y detecte el origen de estas lesiones cutáneas.
Cómo combatir el calor y la sudamina en los bebés
Con la llegada de las estaciones cálidas resulta más difícil mantener las estancias frescas y esto puede hacer que aparezcan irritaciones en su piel. Aunque la sudamina en el bebé no tiene tratamiento, existen muchos trucos que te permitirán crear un ambiente agradable y ayudarle a combatir las temperaturas más extremas sin que su piel se vea afectada.
1. Ropa ligera, siempre. Recuerda que la sudamina en el bebé es un defecto cutáneo por el cual las glándulas sudoríparas no expulsan correctamente el sudor. Utiliza tejidos naturales como el algodón, que sean transpirables y con los que siempre esté fresco.
2. Evita que las horas más calurosas del día te pillen en la calle y evita siempre el sol directo.
3. Aunque en los lactantes no es estrictamente necesario, ofrece agua a tu bebé: la aceptará si la necesita. En el caso de bebés con biberón, conviene llevar agua fresca para estos casos.
4. Si lo consideras necesario, refresca sus brazos y piernas con una toallita húmeda para regular su temperatura corporal.
5. Si puedes hacerlo, utiliza baños de agua fresca ya que son la mejor solución para evitar el calor y la temida sudamina en el bebé. Recuerda que para el baño del bebé el agua no debe estar fría del todo, sino un par de grados por debajo de la temperatura habitual.
6. Evita las mochilas portabebés, ya que tu calor corporal pasará a tu bebé.
7. Detecta el lugar más fresco de la casa y ubica en él la cuna, par asegurar una temperatura estándar más agradable.
8. Ventila la habitación a primera y última hora del día, cuando la temperatura es más fresca, para que la habitación siempre esté a 22ºC. Si durante el día puedes tener las ventanas abiertas, esto te ayudará a mantener la estancia siempre fresca.
9. Si usas aire acondicionado, procura refrigerar la habitación del bebé un rato antes de llevarlo y evita que el chorro le llegue de manera directa. Esto podría crearle problemas respiratorios.
10. Repite esta pauta en el coche, y da prioridad a bajar las ventanillas frente al aire acondicionado. Una buena manera de no abusar de este último es poniéndolo a no menos de 22ºC y bajando un poco las ventanillas.
Sabemos que quieres lo mejor para tu bebé, y estos pequeños trucos te ayudarán a evitar que pase calor y a garantizar su comodidad en todo momento. Además, podrás evitar fenómenos como sudamina en el bebé, irritaciones, sarpullidos y otras erupciones en la piel.
¡Te van a encantar!
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