5 razones para incluir un antioxidante en tu rutina de belleza

El envejecimiento de nuestra piel no se debe únicamente al irremediable paso de los años. Hay muchos factores externos que lo agravan como la contaminación o los rayos UV. Y como a estos si podemos ponerles solución, hoy te contamos todo lo que un antioxidante puede hacer por tu piel

Elena

17-10-2016

Un antioxidante es una molécula capaz de neutralizar los radicales libres que se generan debido a  la exposición de nuestra piel a determinados factores medioambientales. Dichos radicales libres son los responsables de envejecimiento acelerado de la piel y su deterioro a nivel celular. Por ello, introducir un antioxidante en nuestra rutina diaria de cuidado de la piel es fundamental. ¿Necesitas más razones? Aquí te damos 5 motivos que te terminarán por convencer.

1. Previene el envejecimiento. Como te hemos adelantado, los antioxidantes bloquean los radicales libres, que son los responsables de la oxidación de la piel, es decir, de su envejecimiento. Aplicando un antioxidante directamente sobre la piel bloqueamos los radicales libres evitando que se produzcan daños en la misma.

2. Tiene una acción fotoprotectora. Otro de nuestros principales enemigos del envejecimiento de la piel es la radiación solar por ello, la aplicación de un protector solar a diario es fundamental pero no es suficiente. Los filtros solares solo bloquean el 55% de los radicales libres provocados por los rayos UV. Es necesaria una protección mayor que solo se consigue con un antioxidante.

3. Protege la piel de la contaminación. Más concretamente frente al ozono, que es el agente contaminante más dañino, al que más expuestos estamos de forma continua y que afecta a los lípidos y las proteínas de la piel. 

4. Prolonga los resultados de un tratamiento láser. Si usamos un antioxidante tras un procedimiento láser, mejoraremos la cicatrización post-láser. 

5. Aporta luminosidad y firmeza a la piel.  Los antioxidantes  ayudan a evitar la destrucción del colágeno y sus consecuencias. Además, algunos de ellos, como la vitamina C, aportan al rostro una luminosidad inmediata.